5 Pasos para transformar tu puesto de trabajo
Desde el inicio de la pandemia, el número de personas que han empezado a teletrabajar en su casa se ha incrementado.
Esto puede ser porque muchas empresas se han dado cuenta que sus trabajadores son más productivos en sus casas. También porque para ciertas familias, trabajar desde casa es bastante más cómodo que tener que desplazarse 30-40’ hasta su puesto de trabajo.
Ahora bien, ¿ha beneficiado este cambio a tu cuerpo? ¿o lo ha empeorado?
En este artículo vas a descubrir qué está provocando el teletrabajo y qué estrategias puedes emplear para convertir tu espacio de trabajo en un espacio más respetuoso con tu cuerpo y saludable.
1.- ¿Qué provoca el trabajar sentado en una silla?
En primer lugar, y como punto más importante, un aumento considerable del número de horas que pasas en una misma posición. Normalmente, con la espalda encorvada.
Esto, como ya sabrás, no es una postura que sea mala (más bien es inevitable). Lo malo es repetirla miles y miles de horas, que es lo que ocurre cuando llevas más de un año trabajando en tu puesto de trabajo.
Por todo ello, el desfase de tiempo que pasas colocado/a en esa posición, provoca que los músculos de esa zona, empiecen a funcionar incorrectamente, se debiliten y comiencen a molestar.
“¿No te ha ocurrido nunca eso de estar sentado en una silla y a las dos horas necesitar imperiosamente levantarte y estirarte? Pues imagínate eso repetido durante muchísimo tiempo”
La Cadera
Siguiendo con estos problemas, no solamente es la espalda la que se ve perjudicada al pasar tantas horas sentado/a. La cadera sufre también estas consecuencias.
Esta articulación, diseñada para el movimiento, pierde calidad y empeora su funcionamiento al apretarla tantas horas contra una silla. Como consecuencia, lo que provoca son dolores en la parte anterior de la cadera, dolores en la zona lumbar o dolores de rodilla, entre otros.
El cuello
Por último, no nos olvidemos del cuello. El cuello no está preparado para soportar el peso de la cabeza cuando estamos sentados trabajando. Piensa que la cabeza se adelanta un poquito, no se queda completamente alineada como cuando caminamos.
Y ante todo esto, surge una duda clara: “¿Qué puedes hacer para solucionarlo?”
Es relativamente sencillo: Empieza a trabajar más en el suelo.
2.- Cinco Pasos para empezar a trabajar desde el suelo
Pero este cambio a trabajar en el suelo no va a ser tan sencillo como ponerte el portátil en el suelo y empezar a trabajar. Tienes que tener en cuenta una serie de modificaciones para hacer ese momento de trabajo lo más cómodo posible. De lo contrario, serás incapaz de aguantar más de 15’ seguidos trabajando.
Hazte con una mesa baja que tenga hueco para meter las piernas.
Este es el primer paso para construir un puesto de trabajo en el suelo.
Tiene que ser una mesa en la cual, al estar sentado/a en el suelo, el borde de esa mesa quede a la altura justo por debajo de tu pecho.
De esa forma, podrás tener los brazos apoyados sin que los hombros se eleven demasiado y así evites sobrecargas en el cuello.
Además, esa mesa debe tener hueco por abajo. ¿Para qué?
Uno de los principales beneficios del suelo es que es incómodo y, por lo tanto, te obliga a cambiar constantemente de posición. Tendrás que ir buscando posiciones cómodas y eso te obligará a estirar las piernas muy a menudo.
Siéntate sobre algo cómodo, no directamente en el suelo.
Sentarte directamente sobre el suelo va a ser muy incómodo en un principio ya que tus glúteos no están acostumbrados, así como tu coxis. Por ello, debes usar un cojín o zafu para elevar un poco más la posición. De esta forma estarás más cómodo en ese momento de trabajo.
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Ubícate en un punto cerca de la pared.
¿Para qué? para poder apoyar la espalda de vez en cuando y así poder descansar la posición.
Esto es igual que sentarse en una silla sin respaldo. Puedes estar un rato sin ningún problema, pero pronto empezarás a comprobar como la zona lumbar y la parte alta de la espalda empiezan a saturarse y a molestar.
Para evitarlo, simplemente apoya la espalda sobre una pared o sobre el respaldo del sofá. De esta manera, tendrás un soporte para la espalda bastante cómodo.
Busca un lugar para trabajar en el que haya mucha luz natural.
Aprovecha los beneficios que te da la luz del sol ya que tienes la oportunidad de trabajar desde casa.
Al hacer esto no solo te aseguras los beneficios de recargar al máximo tus niveles de vitamina D. También el estado de ánimo cambia totalmente cuando estás trabajando con luz solar.
Levántate con frecuencia para cambiar de posición.
Aunque estés trabajando en el suelo y ya de por sí te veas obligado/a a cambiar de posición constantemente, levántate cada hora para estirar las piernas. Aprovecha para ir a por un vaso de agua o ir al aseo.
Esto le va a dar un respiro a tu cuerpo, va a hacer que tu espalda se mueva y que cuerpo vuelva a alinearse correctamente.
Espero que estos cinco consejos te hayan resultado útiles para transformar tu espacio de trabajo y así poder darle años de vida a tus caderas y tu espalda.
Para cualquier consulta que tengas, no dudes en ponerte en contacto con Antonio, a través de su Instagram: @antoniosolano.roots